Los delfines más utilizados por la industria del cautiverio pertenecen a la especie nariz de botella (Tursiops Truncatus).
Estos mamíferos marinos suelen medir de 2,5 a 3 metros y pesar entre 140 y 270 kilos. Las imágenes de películas y series en los que se muestra a los delfines salvajes simpatizando y ayudando a las personas han creado una imagen mítica y distorsionada de ellos. Lamentablemente para los delfines, su naturaleza salvaje - a veces agresiva-, queda disimulada por el rictus de sus caras al que los humanos tienden a asociar con una sonrisa, dando la impresión de estar felices y satisfechos.
VIDA EN LIBERTAD
En la naturaleza, los delfines suelen nadar entre 80 y 160 kilómetros diarios, se sumergen a varios metros de profundidad y tan sólo pasan un 15% de su tiempo en la superficie. Viven en grupos de entre 15 y 60 individuos, con unos lazos sociales muy cohesionados y duraderos. Uno de los sentidos más desarrollados y por el que perciben su entorno es a través de la ecolocalización: un sofisticado sistema de sonar del que disponen estas sensibles e inteligentes criaturas.
VIDA EN CAUTIVIDAD
Las condiciones a las que deben someterse y adaptarse les afecta de forma negativa física y psicológicamente, debido a que no son comparables con su vida salvaje en los océanos:
Otros efectos negativos incluyen:
CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO Y REACCIONES IMPREVISIBLES
Las consecuencia de la frustración, aburrimiento, estrés, etc. provocado por las condiciones antinaturales del cautiverio y las forzosas interacciones con los humanos, predisponen a que los delfines se comporten, a menudo, de forma aberrante (sumisión o agresividad) con las personas y otros delfines. Los delfines son mamíferos marinos salvajes con sus propias pautas de comportamiento y normas sociales. Su forma innata de cortejar y jugar es distinta a la nuestra y en ocasiones, su forma de comportase, puede resultar potencialmente peligrosa para los humanos.
EDUCACIÓN
El cautiverio plantea un debate en relación al derecho y justificación de las personas en relación a someter, dominar y utilizar animales salvajes como entretenimiento o, bajo la excusa de una supuesta terapia que tampoco está demostrado que funcione.
QUÉ PUEDES HACER
Más información:
En los artículos del fondo documental de nuestra revista: ADDA Defiende los Animales