Lo que ONG ADDA inició en el año 2004 al lograr que una ciudad tan importante como Barcelona se declarase antitaurina, fue el punto de partida para que 6 años más tarde, un 28 de julio de 2010, a las 11, 40 horas, el Pleno del Parlament de Cataluña erradicase las corridas de toros por 68 votos a favor, 55 votos en contra y 9 abstenciones. Todo ello después de seguir todos los trámites parlamentarios a través de una Iniciativa Legislativa Popular, ILP, llevada a cabo brillantemente y con profesionalidad, por los compañeros de la Plataforma PROU. Al fin se ha logrado esta tan ansiada victoria. Cataluña, tras Canarias, hace ya 19 años, se convierte en la segunda Comunidad española que prohíbe las corridas de toros.

Todos los animalistas y simpatizantes tanto de Cataluña como del resto de España, y todas las asociaciones que, en la medida de sus posibilidades, han colaborado con su esfuerzo, deben congratularse de este hecho histórico que, además de ser una noticia que ha dado la vuelta al mundo, ha de servir como el comienzo de una sucesiva, progresiva e imparable reducción de este anacrónico espectáculo hasta su total erradicación. Quienes defiendan las corridas de toros deben comprender que la diversión de una sociedad avanzada, moderna e integrada en el siglo XXI, no puede estar basada en la tortura, sufrimiento y muerte de un ser vivo.